miércoles, 14 de enero de 2015

formas fáciles de engañar a tu cerebro

Gracias a una serie de “atajos mentales”, nuestro cerebro es capaz de economizar tiempo y energía a la hora de procesar la información. Esto, sin embargo, conlleva un riesgo: saltando etapas en el proceso de análisis de la información, podemos caer en ilusiones y trucos. A continuación, aprenderás 7 formas fáciles de engañar a tu cerebro (y algunas otras limitaciones) para “engañar” a tus amigos.

Una pregunta bíblica.

Nadie precisa de haber asistido a todas las clases de catecismo para responder a esta pregunta: ¿Según la Biblia, cual fue el número de animales de cada especie que Moisés metió en el arca? Si tu respuesta es “dos”, estas equivocado, ya que el que puso los animales en el Arca fue Noé, no Moisés.

Quizá ya lo hubieras escuchado, ¿pero sabes la razón? Muchas personas caen en el engaño porque asocian la palabra “animales”, “Biblia” y “arca” y dan una respuesta rápida, aunque incorrecta. Al acceder de forma automática a su conocimiento del Antiguo Testamento, las personas no perciben de forma correcta que Moisés no era la figura en cuestión. Esto aplica con otras frases, como “¿De qué color era el caballo blanco de Napoleón Bonaparte?”. La respuesta ya está implícita en la pregunta, pero disimulada por ella, y a veces las personas no se dan cuenta.

La madre de Joana.

La madre de Joana tiene cuatro hijas: Lala, Lele, Lili y …?

Si tu respuesta es “Lolo” o “Lulu” o algún nombre similar con el de las otras hermanas, has sido victima de tu cerebro, porque no se dio cuenta de que la respuesta correcta es al principio de la frase: es Joana.

En nombre de la eficiencia, nuestro cerebro está condicionado a buscar patrones en todas partes (en este caso, las tres primeras hijas tienen nombres de dos sílabas, empezando por L y terminando en vocal). Como la respuesta correcta huye de la norma, no pensamos en ello de inmediato y, puesto que es aparentemente obvia, no procuramos buscarla al principio de la pregunta.

 Corrector automático.

Analiza la foto de arriba y di lo que está mal en ella. ¿Nada? Te equivocas: la palabra “you” (“tú” en Inglés) aparece dos veces en el cartel, pero el cerebro no presta atención a ella cuando se lee la frase por primera vez, porque es innecesaria para entender en mensaje original. Esto refleja otro “atajo cerebral” que excluye información que parece innecesaria...


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